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¿Qué es el biomagnetismo? ¿Funciona?

La terapia del biomagnetismo utiliza imanes estáticos para llegar al equilibrio de la persona.

Pero analicemos, profundicemos en este concepto, por qué utilizar imanes para equilibrar, para llegar a este óptimo de salud.

El cuerpo humano genera un campo biomagnético, por el hecho de ser un ser vivo. Según Wikipedia Bioelectromagnetismo es una rama de las ciencias biológicas que estudia el fenómeno consistente en la producción de campos magnéticos o eléctricos producidos por seres vivos; estos dos conceptos van fuertemente unidos, ya que toda corriente eléctrica produce un campo magnético. (a veces es denominado parcialmente como bioelectricidad o biomagnetismo)

Y un imán es un es un cuerpo o dispositivo con un magnetismo significativo (fuente Wikipedia).

Mineral de hierro de color negruzco, opaco, casi tan duro como el vidrio, cinco veces más pesado que el agua, y que tiene la propiedad de atraer el hierro, el acero y en grado menor algunos otros cuerpos (según el diccionario RAE).

Estamos hablando del mismo idioma, con el biomagnetismo regulamos el campo biomagnético de la persona,  repercutiendo en todos los ámbitos de nuestra salud. Descrito de esta manera este concepto es muy genérico, así que vayamos a concretar.

¿Qué efectos tienen los imanes en el cuerpo humano?

La tesis doctoral del Doctor Enrique de Juan en la que estudia los efectos sobre el cuerpo físico de los imanes, concluye que los imanes regulan el funcionamiento de la membrana celular de todas nuestras células del cuerpo. Pondremos un número concreto de imanes y repercutiremos los cambios a nivel de todas las células de nuestro cuerpo.

El siguiente paso a profundizar es cómo repercute en nuestra salud regular el potencial de membrana, el funcionamiento correcto de la membrana celular.

El biólogo Bruce Lipton en su libro “La biología de la creencia” nos expone cuáles son las funciones de la membrana celular, con palabras que todos podamos comprender. Así utiliza el símil de pan con mantequilla, aceitunas y pimientos para comprender las funciones que realiza la membrana.

En su libro indica que “La única estructura celular organizada que puede ser considerada como candidato a cerebro de la célula procariota es la membrana.”

Las proteínas son parte de la membrana celular son las que permiten que los nutrientes, los materiales de desecho, y otras formas de información sean transportadas a través de la membrana.

Es de lógica pensar que, si todas nuestras células tienen un buen potencial de membrana, estarán bien nutridas y limpias de desechos, nuestra salud va a mejorar.

Y si ahondamos más en estas proteínas que contiene la membrana, las encontramos de dos tipos: Receptoras y efectoras

Proteínas receptoras son los órganos sensoriales de la célula, nanoantenas moleculares sintonizadas con el medio extracelular, con su medio ambiental. Algunas de ellas responden a señales físicas.

A pesar de que los receptores permiten la recepción de las señales externas, las células necesitan responder de la manera adecuada y vital, y eso es trabajo de las proteínas efectoras. Juntas, las proteínas receptoras y efectoras forman un mecanismo de estímulo-respuesta.

Imagínate la importancia de este punto, cuando en conjunto, su actividad consume casi la mitad de la energía que produce nuestro cuerpo al día.

¿Dónde colocamos los imanes?

Hilando al concepto ya introducido del mecanismo estímulo-respuesta, nos va a llevar a explicar el cómo decidimos dónde colocar los imanes y en qué polaridad. La kinesología es el arte de estudiar una respuesta muscular ante un estímulo. Es evidente que, si me pincho, o me quemo yo aparto el dedo, el estímulo es evidente y la respuesta también. Pero este concepto va mucho más allá, ya que el estímulo no tiene porque ser material para que exista una respuesta.

Este estímulo puede ser una emoción, puede ser un pensamiento, y ahora ya hablamos en términos de física cuántica, estos estímulos generan, son una frecuencia y mi cuerpo responde muscularmente a todas las frecuencias, las que me dan salud, me tonifican, dan fortaleza al músculo y las que me estresan, no nos acercan a la salud, y el músculo se debilita. La técnica de la kinesología tiene ya unos cuantos años de historia, en los años 70 fueron el Dr. Goodheart y John Thie los iniciadores.

Así preguntamos al cuerpo físico, la pregunta es el estímulo, si el imán se coloca en un punto determinado y el cuerpo responde con una tonificación si ahí lo necesita o con una debilidad si no lo necesita.

¿Para qué se utilizan los imanes en la terapia de biomagnetismo?

Ahora que ya sabemos en qué consiste vayamos a enumerar ejemplos de para qué se utilizan los imanes.

En cada sesión de biomagnetismo regulamos el pH de nuestro cuerpo. Así podemos tratar infecciones generadas por virus, bacterias, hongos y parásitos, microorganismos que aprovechan el desequilibrio del pH para crecer y reproducirse en exceso produciendo las infecciones.

Limpiamos, desintoxicamos nuestras células, todas ellas. Así para después de tomar medicación, después de una operación es muy útil para desintoxicar de cualquier residuo que haya quedado en nuestro cuerpo.

Muy útil en caso de ansiedad, estrés, porque equilibra el sistema nervioso parasimpático, el que nos permite descansar, parar y que el cuerpo físico pueda recuperarse de la actividad.

Problemas digestivos, como infección por Helicobacter Pylori son resueltas con más facilidad, problemas digestivos, problemas de evacuación.

Potenciación del sistema inmune, y regulación de desarreglos endocrinos, hormonales.

Te invito a que pruebes una sesión o te informes de nuestra formación en biomagnetismo.

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