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La astenia se puede definir como una sensación de debilidad física y de cansancio intenso que experimenta la persona y que se mantiene durante meses. Puede ser síntoma de enfermedades orgánicas o psicológicas, y puede estar provocada por factores externos, como el estrés, la sobrecarga laboral, la hiperactividad o el sobre-entrenamiento deportivo.

Durante la primavera, numerosas personas experimentan una serie de síntomas comunes de carácter leve, como la sensación de debilidad, de cansancio, de falta de vitalidad y de fuerzas, dificultad de concentración y trastornos de la memoria, trastornos del sueño y alteraciones del apetito de comida. A pesar de su elevada incidencia, la astenia primaveral es de carácter leve y finaliza al cabo de pocos días. Aunque no existen motivos de alarma si los síntomas no son secundarios a una enfermedad, esta sensación de fatiga que acompaña durante gran parte del día, reduce notablemente la capacidad para realizar cualquier tarea, por lo que conviene anticiparse a la situación o combatir los síntomas.

La causa no está del todo clara y se atribuye al cambio climático (a nivel de energías) e incluso a los procesos alérgicos tan frecuentes durante esta época del año, de ahí que a este síndrome se lo ha definido popularmente como “astenia primaveral”. La incidencia de esta afección se ha multiplicado en las últimas décadas, y casi el 2% de la población sufre en algún momento de su vida los efectos de la astenia.

Ante los cambios de estación es muy importante cuidar lo que comemos para fortalecer nuestro sistema inmunológico. Algunos signos nos advierten que nuestras defensas se encuentran bajas: Los fumadores pueden tener dolor de garganta haciéndose la impresión de estar cogiendo un resfriado que al final no llega, pueden aparecer pupas en los labios, un cansancio mayor del habitual, heridas que tardan en cicatrizar, dolores musculares sin haber hecho ejercicio, debilidad del cabello y uñas…

 

Síntomas concretos de la astenia primaveral:

.– Tristeza inexplicable.

.– Irritabilidad.
.
– Falta de apetito.
.– Cierta pérdida de memoria.
.– Tensión arterial baja.
.– Tono vital bajo..– Ausencia de interés sexual.
.– Dolor de cabeza y malestar general.
.– Debilidad muscular para hacer cualquier esfuerzo.
.– Cansancio.

Pautas básicas para afrontar la astenia primaveral:

.– Dormir todo el tiempo necesario.
.– Practicar ejercicios de relajación.
.– Hacer ejercicio.
.– Seguir una alimentación a base de alimentos energéticos: dátiles, frutos secos, plátanos, legumbres, pastas, chocolate (con medida claro).

La revisión de la alimentación es una condición fundamental para que el organismo extraiga los alimentos los nutrientes que necesita con el fin de estimular el sistema de defensas y combatir los síntomas, por lo que será interesante hacer una limpieza y repoblación de flora intestinal del sistema digestivo con semillas de psíllium (LEPICOL).

.– La dieta debe estar rellena de vitaminas y minerales, nutrientes que participan en funciones diversas del sistema nervioso y del inmunológico, la deficiencia de los cuales tiene una relación directa con nuestro estado de ánimo y de salud. En conjunto, la dieta puede ser marcadamente vegetariana, aunque sin obviar los alimentos de origen animal. Abundarán las frutas, las ensaladas y las verduras combinadas con farináceos tipo empedrados (arroz, pasta, legumbres, patatas …) o como ingrediente de los platos de carne, pescado o huevos.

.- Las comidas a lo largo del día han de mantener un ritmo y un orden. Interesa distribuir la alimentación en 5 tomos. No pueden faltar el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena.

.- El desayuno será consistente y aportará energía suficiente para poder mantener el ritmo de tareas que se presentan durante la mañana. Las sustancias excitantes como el café o el té se pueden sustituir por equivalentes sin cafeína o por preparados solubles a base de cereales (malta, chicoria …). Los alimentos como el pan o derivados (galletas, cereales, pan tostado, de molde …) son básicos y se preferirán los integrales que aportan más fibra y mayor densidad nutritiva. Una fruta fresca rica en vitamina C compensa parte de las necesidades de este nutriente, y se puede elegir entre: naranja natural o en zumo, zumo de pomelo, mandarinas, fresas, kiwi o piña. Si se omite la fruta en el desayuno, esta se reserva como aperitivo a media mañana.


.- Entre horas, se puede optar por alimentos de mayor densidad en vitaminas y minerales: frutas diversas, zumos de hortalizas o de frutas, frutos secos, sandwich vegetales, macedonia de frutas y yogur, batidos de fruta y leche, etc.

.– Las comidas y las cenas estarán marcados por la abundancia de los vegetales. Empezar cada comida con un caldo vegetal, un puré de verduras caldoso o una ensalada variada es una buena elección. Los alimentos proteicos (carnes, pescados, huevos o tofu, seitán y tempeh) no deben faltar al menos tres o cuatro veces por semana, y pueden ser el complemento de una comida o una cena equilibrado. Terminar o empezar las comidas con una ración de frutas es todo un acierto. El café de la sobremesa encuentra un sustituto más acertado en las infusiones digestivas o relajantes.

.– Las cenas serán más ligeros y se tomarán al menos dos horas antes de irse a la cama, para que la digestión no interfiera con el dormir, y este pueda ser reparador. Una cena a base de un caldo vegetal o un puré clarito, una ensalada completa junto con un postre constituye una alternativa saludable para varios días. Se puede preparar una sabrosa, exquisita y nutritiva ensalada a base de: hojas de lechugas diversas, escarola, endibias, espinacas, canónigos, cebolla, pepino, ajo picadito, zanahoria, remolacha, tomate, espárragos, vegetales germinados … Cuanta más variedad de hortalizas y verduras incluya la ensalada mayor es la riqueza nutritiva, y esto se traduce en mayor vitalidad y energía. Como complemento del aliño, la levadura de cerveza, las semillas de sésamo u otros complementos dietéticos, además de enriquecer en vitaminas y minerales los platos, proporcionan agradables sabores.

.- Mantener el cuerpo bien hidratado es fundamental para contribuir al buen desarrollo de las diferentes funciones orgánicas. De este modo, se favorece la función renal e intestinal y el organismo no se sobrecarga de sustancias sucias Disponer de una botella de agua en un lugar fresco y bien visible es la mejor manera de obligarse a tomar la cantidad de agua necesaria. Esto se puede complementar con infusiones, y zumos de hortalizas y frutas.

En determinadas ocasiones, el consumo de una dieta variada no es suficiente, y hay que recurrir a un aporte vitamínico o mineral complementario, siempre bajo el asesoramiento profesional.

Complementos dietéticos para la astenia primaveral:

.- Jalea real: actúa como estimulante, tonificante y euforizante, por eso resulta muy eficaz en los estados de astenia, fatiga mental y física.
.- Polen: tiene propiedades equilibradoras, vigorizador y energéticas.
.- Levadura de cerveza: contiene vitaminas del grupo B. Oligoelementos: como el cobre, fósforo, hierro y manganeso de gran ayuda en estados de fatiga y astenia.

Fitoterapia para la astenia primaveral:

.- Guaraná (Paullinia cupana): es una planta de la selva amazónica, el fruto es rico en calcio, fósforo, potasio y magnesio tiene propiedades antidepresivas y estimulantes físicas y psíquicas.
.- Ginseng (panax ginseng): incrementa la vitalidad, la actividad mental y fortalece el estado físico (alerta pues hay gente que le provoca

taquicardias).
.-Jengibre (zengiber officinale): esta planta de olor agradable y sabor picante tiene poder estimulante que produce vitalidad y bienestar.
.- Eleuterococo (Eleutherococus senticosus): es una planta de origen siberiano de la familia ginseng, tiene un efecto estimulante, aumenta

la memoria, el apetito y prepara el organismo para resistir mejor el esfuerzo.

.- Maca (Lepidium peruvianum): es un tubérculo que se cultiva en los Andes peruanos. Por su alto contenido en hierro, fósforo, calcio e hidratos de carbono es un excelente vigorizante y reconstituyente recomendado en casos de agotamiento físico y psíquico.

 

Angel Perera

Este articulo es originario de https://www.biosfera.cat/biosfera_cat_biosfera/?p=1202

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