Grandes artistas y pensadores de la historia coinciden en muchos casos en caracterizarse por su estrecha relación entre la genialidad creativa y el trastorno mental.
Desde los primeros ensayos filosóficos que abordaban el tema como en el caso de Aristóteles a los procesos creativos de artistas archiconocidos como Frida Kahlo o Van Gogh se confirma esta relación. El proceso creativo de muchos artistas coinciden en ciertos temas recurrentes intrínsecos a una manera de sentir el entorno que nos rodea, la búsqueda de la luz en el sentido más místico y a la vez más tangible, sobretodo en el caso de la pintura, junto con la vertiente filosófica del existencialismo. Revisando las obras de grandes dramaturgos como Stringberg, escritores como Franz Kafta (esquizofrenia), Ernest Hemingway o Virginia Wolf (trastorno bipolar), poetas como Holderling, músicos como Chopin, filósofos como Rousseau (paranoia), Tolstoi o Nietzsche (demencia frontotemporal) , etc, vemos un paralelismo entre la reflexión artística y la mirada introspectiva posicionada en la melancolía, el dolor, el abatimiento y la desolación del descubrir, entre otras causas, la imposibilidad de acceder a saberlo todo, de alcanzar lo sublime (la luz o la deidad).
Uno de los ejemplos más evidentes sobre esto es el de Michelangelo pues muchas de sus obras se consideran inacabadas. Podríamos decir que técnicamente es así aunque puede que otra posible interpretación sea que fuera esa la propia intención, una manera de reflejar esa propia imposibilidad la cual conlleva la necesidad de dar un final a algo: al proceso creativo? a la vida?
Se puede ahora pensar en la relación que tiene esta necesidad de finalizar el sufrimiento y encontrar finalmente la luz con el final que deciden tomar la mayoría de artistas con dichos trastornos mentales.
“…Freud falleció hace más de setenta años. Durante ese tiempo, la psiquiatría, que es una ciencia más amplia que el psicoanálisis, ha evolucionado y, gracias a investigaciones empíricas que han tenido lugar sobre todo en los últimos treinta años, está en disposición de responder a bastantes de las preguntas que se planteaba Freud y que en todos los siglos se han formulado filósofos y literatos. La razón de este avance radica en que la psiquiatría es no sólo una ciencia del espíritu –como lo son la filosofía, la estética, la psicología o el psicoanálisis–, sino también una ciencia de la naturaleza que permite investigaciones empíricas (en el cerebro, en las habilidades, en la genética, etc.) por medio de las cuales estamos en condiciones de responder a una serie de preguntas que relacionan arte, pintura y psiquiatría. Anticiparé que mi propuesta de conjunto sobre la aportación de la psiquiatría de hoy al arte es que la pintura encierra un gran valor homeostático. «Homeostasis» significa «equilibrio», y la pintura es, a mi juicio, un poderoso guardador de la homeostasis.”
Inés Rojo
2012